Nuestra Causa

Visión

La igualdad y plena integración social de las familias más vulnerables, en entornos donde el respeto y el crecimiento sean pilares fundamentales para su desarrollo.

Misión

Brindar una red de apoyo integral a las familias vulnerables de la V región, empoderándolas para mejorar su calidad de vida y alcanzar la autosuficiencia.

Nuestra Historia

Inicios

Alrededor del año 1978 Carlos Verdugo y Jaime Villegas conocen a Robert Hentzen, quien en ese entonces trabajaba para Holy Land Christian Mission. Luego de compartir con guitarras, cantos y alegría, Robert compromete su apoyo a nuestro país.

En Septiembre de 1980 recibimos en Chile la visita de Robert Hentzen y Jerry Tolle para realizar las primeras conversaciones y tomar conocimiento del trabajo realizado en Chile. Además nos mencionaron que el deseo de ambos era crear una institución de beneficencia distinta a las que existían en EE.UU.; donde los beneficiarios fueran tratados con dignidad y respeto, disminuir el gasto en propaganda para que el apoyo a los beneficiarios fuera mayor, y las oficinas locales invirtieran los fondos en las necesidades reales de los beneficiarios; la poca propaganda debería ser distinta y evitar mostrar a las personas en la miseria. Estos planteamientos fueron bien acogidos en nuestra comunidad y ofrecimos trabajar con ellos si alguna vez se concretaba la alianza.

Ante este ofrecimiento y la posibilidad cierta de contar con un benefactor, ese mismo año un grupo de personas –mayoritariamente profesores de la Universidad de Chile (Departamento de Estudios Históricos y Filosóficos) y de la Universidad Católica– deciden crear la Institución denominada “Fundación Javier Arrieta”, 

La Fundación Javier Arrieta inmediatamente comienza a realizar los trámites para el apadrinamiento de niños, que en un comienzo iban a ser sólo 40. De hecho, este grupo de  profesores y algunos particulares ya ayudaban en forma casi permanente a 5 menores que se encontraban en condiciones bastantes precarias, quienes por supuesto fueron los primeros apadrinados.

La Fundación comienza a funcionar el 1° de junio de 1980, pero es reconocida legalmente el 9 de diciembre de 1983, por medio del Decreto del Ministerio de Justicia N° 1.230, publicado en el Diario Oficial del día Viernes 13 de enero de 1984.

En los primeros años, el trabajo de Chile fue mayormente asistencial –dado el momento que atravesaba nuestro país– apoyando a las familias con alimentos y ayudando a los comedores populares y ollas comunes; tratando además de ayudar de diversas formas, ofreciendo aportes como; cocinas de barro, cultivos diversos, calefactores solares y artículos de higiene, donando literas donde el hacinamiento era evidente y tratando de suplir otras carencias del día a día. En esta época creamos redes de apoyo donde nuestros beneficiarios eran atendidos, y contamos con algunos voluntarios que ofrecían sus conocimientos en diversas áreas como arquitectura, medicina o apoyo psicológico.

Cambiando el paradigma asistencialista

Luego de unos años comenzamos a trabajar en la transformación del trabajo asistencial a promoción de las actividades grupales, lo que significó un proceso dificultoso y extenso pero que ha ido rindiendo sus frutos, como por ejemplo:

Talleres de Apoyo Psicopedagógicos. Se iniciaron contratando los servicios de la Sra. Luz María Saldías en la calle Simón Bolivar donde tenía un equipo de funcionarios para este fin, esto desde mediados del año 1988 hasta diciembre de 1991; luego se crea un equipo al interior de la Fundación que funcionó hasta diciembre 2010.

Capacitación. Comienza en marzo de 1992; con los cursos de peluquería, moda y costura. Una forma de enseñar a las mujeres que eran capaces de aprender, servía como lugar de socialización y para subir la autoestima.

Violencia. Nuestros inicios se remontan al año 1991, cuando derivábamos a las mujeres que  sufrían este flagelo a la Casa de la Mujer, luego en el año 1993, en marzo, se creó un equipo al interior de la Fundación.

Ancianos. Desde 1984 se atendió en forma especial a los ancianos para terminar con una variedad de cursos: cursos de producción y cursos de entretención.

Apoyos diversos, para los alcohólicos, para la auto-construcción de vivienda, para trámites legales y todo lo que las familias solicitaban. Apoyo directo o derivación a redes.

El legado de Robert Hentzen en nuestra Fundación

En el año 2013 fallece el fundador original de Unbound, Robert Hentzen, dejando su legado en los distintos proyectos a los cuales aportó a través de su filosofía, caridad y cariño.

En el año 2014 Kansas City cambia el nombre de Christian Foundation For Children and Aging (CFCA) por el nombre de UNBOUND, expresando que el potencial de las personas a las que sirven es ilimitado. Antes de su muerte (2013), Robert Hentzen ayuda a orquestar este cambio, diciendo “CFCA es nuestra fundación. Unbound es nuestro futuro».

Dado estos procesos en el cambio de nombre, y a petición de nuestros amigos de Christian Foundation for Childrens and Aging, la Fundación Javier Arrieta cambia su nombre legal a «Fundación Cristiana Para Niños y Ancianos – Chile»,  conservando solamente su antiguo nombre en calidad de marca y/o nombre de fantasía.

Cambios en el modelo de apoyo a las familias

En el año 2017, en nuestro país se cierra por petición de Unbound International el proceso de apadrinamiento, para dejar de lado el apoyo asistencialista a las familias, procesando un nuevo vuelco de trabajo, más ligado hacia el trabajo comunitario con las mismas familias.  Contando hasta este minuto con 4.000 apadrinados.

Durante este año desarrollamos los GAF (Grupos de Apoyo Familiar) que se vuelven espacios de reunión de nuestras familias beneficiadas en los distintos sectores que tocamos, siendo hasta el día de hoy 140 grupos a nivel regional.

En el año 2018, comenzamos el programa “Beca-Servicio”, apoyando a nuestros niños y jóvenes, como también a familiares de apadrinados, a poder terminar sus estudios con mayor apoyo económico, a cambio de su compromiso en horas de servicio comunitario.

Durante el año 2019 hemos generado la primera versión del Programa “Agentes de Cambio”, dando apoyo a los distintos GAF de nuestra región a que potencien su responsabilidad social y otorgando la oportunidad de postular sus ideas para obtener fondos que ayuden a la comunidad donde se encuentran insertas.

En diciembre de 2020, Unbound International comunica formalmente a nuestra Fundación que empezará un proceso gradual de separación de la fundación local en Chile
por factores económicos y globales en relación a cada uno de los proyectos que apoyan en el mundo y el mercado en los EEUU.

Enfrentando estas realidades y con gratitud a las estructuras locales e internacionales de comunidades, personal y padrinos comprometidos, la Fundación Javier Arrieta está retomando su identidad histórica y fortaleciendo estrategias locales para responder a las realidades y necesidades cambiantes de las comunidades chilenas.